¡Un beso de verdad!

¡Un beso de verdad! De esos en que el cuerpo se separa en moléculas y ya no sabes dónde estás, no sabes de hora ni de lugar.

¡Un beso de verdad! Un beso de verdad el que te eriza la piel y no te deja respirar.

Un beso, un beso de verdad... No es una amenaza, tampoco fantasía; es tangible, palpable aunque ardiente sólo porque estás.

¿Estás? - Pregunté un día. Y respondiste: ¡Estoy!

Desde entonces un beso, de los de verdad, aguarda siempre en mis labios para encontrarse con vos.

¡Me encantan tus besos! ¡De verdad!